martes, 21 de abril de 2015

Leyenda del mole 1era parte


Se dice que cuando el Virrey Tomás Antonio de la Cerda y Aragón, Conde de Paredes y Tercer Marqués de la Laguna se encontraba de paso por la ciudad de Puebla de los Ángeles, pidió un platillo que deleitara su paladar, y fue así que una monja del Convento de Santa Rosa puso su más grande esmero en un platillo que terminó por cautivar al virrey, y hoy en día todos aquellos que lo prueban.
Tomás Antonio de la Cerda y Aragón 28o Virrey de la Nueva España 




















Durante su estancia en la Puebla de los Ángeles, de todos los conventos y de todos los beaterios, le mandaron maravillosos platillos para deleitarlo; sin embargo del Convento de Santa Rosa no le habían enviado nada, dicho  convento tenía gran fama por la maravillosa sazón de la comida que ahí se preparaba, a diario los criados de las casas grandes se aglomeraban en la portería del convento, con fuentes de plata o de porcelana, para llevar a sus amos aquellos prodigiosos guisados de Sor Andrea... Continuara


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